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פרטי השורה

Continúa en el sitio. Creo que no hace falta hacer una descripción, pues las fotos y vídeos son suficientes y es prácticamente imposible confundirla con otra especie, además con todas las descripciones y fotos que se han dado en las últimas semanas desde el primer registro en el país. Lo que si describo a continuación son algunas notas sobre lo que pude observar sobre el comportamiento del ave, lo cual me parece más relevante, ya que la mayoría de registros son sustentados solamente con fotos. Llegué al sitio a las 07:50hrs aproximadamente, donde me encontré con 3 colegas guías y su grupo de clientes que muy amablemente me mostraron donde se encontraba el ave de inmediato. Compartimos opiniones mientras observábamos como el ave caminaba tranquila en el terreno de pasto bajo y restos de arrozal entre los caballos y garzas bueyeras (Ardea ibis). Desde la cerca antes de pasar los portones el ave estuvo a menos de 150m de distancia y nunca se mostró tímida ante nuestra presencia. Uno de los colegas usó playback y los otros le sugerimos que no lo usara pues no era necesario. El ave respondió un par de veces y continuó con su comportamiento normal. Una vez que el grupo abandonó el sitio, decidí caminar un poco y siempre con cautela y responsabilidad de no espantar el ave ni asustarla ni perseguirla, etc., tal como si ha sucedido con MUCHA otra gente que solamente busca la foto (como si se tratara de un objeto o premio) de manera totalmente irresponsable, con esta especie y con muchas otras especies raras que han aparecido en Costa Rica y son o han sido la sensación y lo que menos importa es preguntarse de cómo llegó, por qué o de adónde viene esa ave o como se comporta o admirarla en su plumaje, coloración, etc. Una vez que llegué a una distancia prudente, me quedé inmóvil tratando de verla y ver que hacía (tal como se muestra en los vídeos), mientras caminaba tranquila forrajeando en el lodo, metiendo el pico y parte de la cara y cada vez que volaban las garzas, las cigüeñas o los zopilotes cerca de ella, alzaba el cuello, cabeza y vocalizaba cada 10 segundos aprox. Me sorprendió cuando más bien esta grulla se fue acercando hacia mi sin importarle mi presencia y comportándose naturalmente. Hasta que fue alejándose hacia al área donde estaba el Falco femoralis. Afortunadamente, nunca vi al ave que volara ni asustada! y pude mostrársela a otro observador de aves inglés que llegó para buscarla. Todo esto pasó en aproximadamente 30 minutos, antes de que llegara otro grupo de fotógrafos quienes no tuvieron la suerte de verla en el punto donde permaneció inicialmente por más de 1 hora según los cálculos. Otro colega que estuvo en el sitio, la vio cerca también minutos después. Regresé a mi carro por agua y mi sombrero minutos antes de que llegara el grupo, regresé al terreno para caminar un poco y acercarme a ver el Falco femoralis a más de 100m de distancia lo suficiente para regresar de nuevo por la alta temperatura y sol, pero ya la grulla había desaparecido de mi vista desde hace más de 40 minutos. Durante mi presencia el ave nunca se asustó ni voló.